Pandemia. El covid 19 y el virus semiótico
Posiblemente
en el futuro se estudiará por qué en un país como el nuestro, que contaba con
los conocimientos sanitarios y se preparó con recursos suficientes para
contener la pandemia de COVID 19 tuvo como principales responsables de la propagación
de la enfermedad y por añadidura de las muertes, a una parte de la población
que bajo distintas consignas cuasi -publicitarias decidió hacer caso omiso a
las indicaciones sanitarias. No dudo que quienes realicen dicho análisis
pondrán foco en la responsabilidad de los Medios de Comunicación y de los
“Trolls” u operadores de las distintas redes sociales cuyo objetivo es
movilizar afectos primarios para producir efectos políticos en el cuerpo social.
Breve ¿historia? de la manipulación de los medios
Décadas atrás se afirmaba que la
percepción que tenemos del mundo es una construcción y que los medios de
comunicación son Aparatos Ideológicos que operan sobre la misma colaborando a
modelar pensamientos, orientar los deseos y a canalizar el afecto más primario:
el odio ubicándolo en algún otro como aquel que nos perjudica haciendo
imposible nuestra felicidad, convirtiéndolo en un Otro malo que debe ser
eliminado… si esto no fuera así el Holocausto Judío nunca hubiese sucedido.
Uno de los
objetivos de la manipulación de la opinión pública es ubicar el lugar del “negro” el “judío” o el “extranjero” en personas o grupos
que se señalan como responsables del malestar social, orientando el afecto primario del odio poniéndolo
al servicio de los intereses de algunos sectores nacionales y transnacionales, el
efecto es claro: se puede atentar contra los propios intereses si por ese medio
se cobra “venganza” de ese Otro malo, situación que con la potencia actual de
los medios de comunicación, las redes sociales y sus sistema de algoritmos es
más sencilla de lo que parece y es algo que se verifica hasta en el grupo de
WhatsApp con el viejos compañeros del secundario.
Si nombramos a Joseph Goebbels la mayoría podrá ubicar que fue el Ministro de Hitler que
desarrollo el sistema de Propaganda y Manipulación del nazismo que derivó no
solo en la guerra, sino en el Holocausto del pueblo judío y otros pueblos
considerados inferiores. Si preguntara po Edward Bernays, posiblemente la mayoría no sabrá de quien se trata desconociendo
la importancia de este genio de la manipulación cuyos efectos en la sociedad
fueron mucho más importantes, y siguen siendo actuales.
A mediados
de la primera década del siglo XX Edward (sobrino de Sigmund Freud) comenzó a modelar
los gustos y deseos de la población orientando el pensamiento estadounidense
medio, siendo reconocido como el padre de la manipulación de la opinión pública.
Para darse una idea de la efectividad de su trabajo, a pedido de las
tabacaleras y en un solo acto de propaganda logró que las mujeres americanas se
volcaran masivamente a consumir cigarrillos. Trabajó para Grandes Empresas y fue
consultor de distintos presidentes estadounidenses. Como el término Propaganda
quedó ligado al Nazismo y al Comunismo, decidió reemplazarlo por otro más
suave: “Relaciones Públicas”, que seguramente les resulta más conocido
cambiando las formas y no el fondo, como si el “adoctrinamiento” fuera cuestión
de fascistas y comunistas mientras que lo demás sería “opinión pública” o un
término que más común en nuestra época como “la gente dice” y “los vecinos”,
algo que nuestro querido Quino supo señalar casi de forma quirúrgica en un
viejo chiste “por suerte la opinión pública todavía no se ha dado cuenta de que
opina lo que quiere la opinión privada”
¿Qué decía
Edward Bernays y qué relación podemos establecer respecto a la realidad de
nuestra época? “la manipulación consciente e inteligente de los hábitos y
opiniones organizadas de las masas, son un elemento importante en una sociedad
democrática. Aquellos que manipulan este mecanismo no visible de la sociedad,
constituyen un gobierno invisible, que es el verdadero poder gobernante de
nuestro país. Somos gobernados, nuestras mentes son moldeadas, nuestros gustos
son formados, nuestras ideas son sugeridas mayormente por hombres de los que
nunca hemos oído hablar”
Si prestamos
atención de la definición, la manipulación pasa a ser una pieza fundamental en cómo se construye el juego
del poder en las democracias liberales apuntando a generar “opinión pública” en
el sector que no participa de los Grandes Relatos Políticos y que generalmente se autodenomina “apolítico”. En
la modalidad política actual definida por Jorge Alemán como neoliberal-posfascista, lo
obsceno deja de estar oculto para entrar en la escena de un mundo que se ha
convertido en espectáculo multimediático. El manejo de la propaganda en función
de claros intereses sectoriales y multinacionales no reconoce ningún tipo de
límite dado que la democracia misma se
ha convertido en un obstáculo que si molesta hay que quitar del medio, de allí
no solo nos hemos enterado a partir del escándalo de Cambridge Analytica de cómo se ha hecho uso de datos privados de facebook para construir
campañas políticas que han llevado a la Presidencia no solo a Trump sino a
otros candidatos en el mundo; de la misma manera que desde los centros de poder
la acción multimediática ha sido soporte para la realización de “golpes blandos” y “lawfare” avalando y promoviendo vergonzosos
“golpes de Estado” y declarando como presidentes a quienes se autoproclamaron y
nunca fueron elegidos.
¿Qué es lo
que cambia en la manipulación de la propaganda para la compra de productos del
mercado con relación a la manipulación de los medios con objetivos políticos?
Edward Bernays supo muy bien como ofrecer mercancías para que las personas la
consuman, lo que implica generar la ilusión de que el deseo podría ser colmado por
el consumo de un objeto determinado. También tuvo muy claro que en la
manipulación política se trata de otra cosa, de orientar el odio del sujeto
humano señalando responsables del poco goce o escasa felicidad de las personas
y/o grupos sociales. La manipulación política en la actualidad es una gran
gestora y potenciadora del odio que en las redes aparece sin mediación alguna,
obteniendo tres resultados importantes (1) Orientar políticamente al electorado
hacia liderazgos de corte neoliberal-posfascita (2) Producir ruptura en los lazos sociales
dentro de grupos y organizaciones que participan en Grandes Relatos haciendo
emerger distintos tipos de antagonismos cuyo resultado es la fragmentación de
dichos espacios (3) la negación narcisista de quienes han sido manipulados, lo
que lleva a seguir sosteniendo consignas incluso cuando se ha demostrado su
falsedad, de allí la aparición de términos como “posverdad” donde pasa a primer plano la ligazón emotiva que se logra con las
afirmaciones, y no si las mismas son veraces o no.
Franco “Bifo” Berardi posiblemente es quien ha realizado
el análisis más exhaustivo e interesante de cómo es el manejo de la red virtual
a la que denomina “infoesfera”, creando el término “neohumano” para referirse
al “proceso de reformateo, cultural,
lingüístico y emocional que se entreteje
con uno tecnológico, lo cual permite la integración funcional de los
individuos en un universo conectivo”.[1]
En dicho proceso las expectativas y los deseos son reconfigurados a partir de
distintos procesos operacionales, donde la conectividad ocupa un
lugar central generando la pregunta de si en este neohumano el sujeto no pasa a
ocupar el lugar de aplicación del smartphone en tanto queda esclavizado y
determinado por éste.
Entre dos virus: el Covid 19 y el Virus Semiótico
La Pandemia
pone sobre la mesa no solo cómo cada país toma sus decisiones en base a las
ideologías en la que se sustentan sus gobiernos, sino también qué ocurre en los
medios de comunicación y en la infoesfera cuando podrían ser afectados los
intereses de los grandes jugadores económicos a través -por ejemplo- de un
impuesto a las grandes fortunas cuyo objeto es poder sortear la crisis con
recursos económicos para sostener políticas públicas para los que están al
margen de la sociedad.
Si Bernays
viviese, posiblemente definiría que toda política de “relaciones públicas” no
sólo debe “auspiciar” programas (y opiniones) en la TV sino que ante la caída
del uso de la misma por parte de las generaciones más jóvenes que prefieren el
uso de otro tipo de plataformas, debe contar con un “ejército de trolls” cuyo
objeto sea la generación de noticias falsas (fake news) y la ubicación del
“judío”, “negro”, “extranjero” o “choriplanero” como causante de todos los
males y destinatario del odio
Estamos
inmersos en dos virus. Uno de ellos el Covid 19 que luego de mucho
tiempo se sabe generalmente como opera y cuáles son las medidas adecuadas para
que grandes sectores de la población puedan trabajar de forma segura y cuáles
son las medidas más apropiadas para limitar su propagación y permitir el
abordaje de casos. El segundo de ellos es el Virus Semiótico, aquel que
se conforma por un conjunto no articulado de distintos tipos de signos
(slogans, memes, fake news, mensajes destinados a producir terror, etc)
producidos desde determinados sectores políticos y económicos que tienen por
objeto 1) Que el sistema de producción de objetos (y de renta) no se detenga
sin importar el costo humano 2) Que las personas no se acostumbren a consumir
solamente los bienes y servicios que necesitan con pocos excesos, lo que sería
muy bueno para el planeta pero no para los negocios 3) Romper la base del contrato social que se sostiene éticamente en la preservación de la vida
como base de todas las leyes que se construyen en las sociedades democráticas,
limitando en el mismo acto la idea de libertad de hacer lo que se quiere por la
de una libertad condicionada al pacto. Dicha ruptura ubica al individuo en la
misma línea ideológica del neoliberalismo-posfascita que no necesita de la
democracia para el cumplimiento de sus objetivos de acumulación ilimitada.
Comentarios
Publicar un comentario