Tragedia y obsenidad en los medios de comunicación social

“Toda canallada se basa en esto, en querer ser el Otro,
me refiero al Otro con mayúscula, de alguien, allí
donde se dibujan las figuras que captarán el deseo”
Jacques Lacan

No es la primera vez que se debate en el país sobre independencia, libertad de prensa y poder de los medios de comunicación como formadores de opinión. Podríamos pensar ¿qué es lo que hay de nuevo en los debates actuales sobre el tema? Pareciera que no solo es una cuestión del enorme desarrollo tecnológico de los últimos años que implica un bombardeo contínuo a todos los sentidos del humano; sino que la verdad del Amo al que se sirve se ha hecho más clara y evidente que en otros momentos de nuestra historia reciente, lo que nos permite hablar de obscenidad en los medios de comunicación.

Basta remitimos a la estructura de la “Tragedia” para entender desde otro punto de vista el funcionamiento de los medios de comunicación social, y el por qué del aliento hacia la increencia en las políticas (mas allá de los políticos)... ella es la base para la dictadura de las supuestas “leyes del mercado” capitalista, esto lo ha demostrado cada crisis provocada en las últimas décadas del país.

En la Tragedia Griega encontramos por un lado los actores -por medio de los cuales se desarrollaba el drama-; por otro el coro conformado de manera homogénea (por ej. ancianos tebanos) que en algunos casos comentaban el drama, haciendo distintas apreciaciones, entre ellas las morales. En algunas tragedias el factor común era la aparición del Coro ante el Horror, ante aquello impensable que inmoviliza y que puede determinar el desenlace de la obra. Si pensamos esta estructura con relación al formato de algunos programas televisivos donde se entrevista a una persona, claramente aparece la función del coro en el panel de “periodistas independientes” que realizan sus apreciaciones desde una supuesta moral social de “sentido común” (que no es ni mas ni menos que los sentidos que impone el Amo), generando discusiones y preguntas, pretendiendo adjudicarse la representación de “la gente” o “del pueblo”, término ambiguo que no dice mucho, pero pareciera permitirles ubicarse en una posición distinta con relación a los televidentes.

La escenografía a veces se asemeja a la de un tribunal donde el sillon del invitado parece un banquillo del acusado, el conductor un fiscal y los periodistas “de opinión independiente” el jurado – coro que en muchas oportunidades retan como a un niño al entrevistado por pensar de otra manera, o por no responder a sus requerimientos… no hay abogado defensor. Algunos pensarán que esto es un poco exagerado ya que hay periodistas que estan convencidos ideológicamente… y si…. El problema no está en ellos que se reconocen en determinadas propuestas políticas; la dificultad se encuentra en los que se “autoconvencen” de lo que dicen, porque si no fuera así se encontrarían con el dilema ético de difíficl resolución en el que no se puede apelar a la “obediencia debida”. Tambien están los canallas; esos nunca faltan.

La estructura “informativa” en los últimos tiempos añade un elemento que no es menor y que se ha hecho común: el enojo del periodista al relatar la información; esa voz teatralizada, acompañada por un tono fuerte y un cuerpo que se tensa escenificando el enojo. Determinadas noticias se leen con una ofuscación poco “independiente”, incluso las que son buenas pero no se ajustan a la “línea editorial, por lo que se genera un extraño efecto en el que mientras se dice algo que benefica a la mayoría, se lo hace de manera enojosa como si perjudicara a la mayoría. Los comentarios que se realizan parecieran señalar más que una “posición personal” una “línea editorial” donde se encuentra ese Otro que no gobierna pero que tiene un poder que puede ser mayor aún que el de los gobiernos. Como en el teatro japones (Bunraku), adquiere cierta evidencia qué intereses mueven a las marionetas que se encuentran en escena, por eso cuando uno escucha a muchos periodistas que se autotitulan “independientes” no deja de oir lo mismo… no importa la marioneta sino qué la mueve.

Hasta aquí se podria decir “y bueno… no es tan terrible… siempre existieron intereses”. El problema es que la obsenidad se encuentra presente en forma contínua, por lo que no es seguro que sea una buena estrategia de la oposición al gobierno seguir sosteniendo este circo cada vez mas evidente para el público general, quizás por eso en las personas que antes opinaban lo mismo que lo que decía el informativo, comienzan a aparecer las dudas... es muy difícil sostener y sostenerse en una situación desestimante durante mucho tiempo, porque si bien hay quien aun mirando el partido ante un penal le cree al relator y no a lo que ve, cuando el relator miente mucho la creencia disminuye, e incluso se “cambia de radio”.

Los griegos definían a los actores y al coro, al protagonista y al antagonista; pero también tenían muy claro lo que debía quedar fuera de esena (ob - sceno). Cuando Orestes asesina a su madre de cinco puñaladas, esto no es puesto en escena.”pública” porque se considera ofensivo para el pudor, se trata de algo sucio, vergonzoso, lo que pone de lleno el problema de la Etica en los espacios publicos. Quizás lo obseno no se trate solamente de lo sexual como algunos lo entienden, aunque muchas veces se utilizen términos de ese orden para hablar de ello… quizás lo obseno sea que cada vez es mas dudosa la existencia de un periodismo independiente, de la misma manera que cada vez es más claro quiene son los Amos a los que se sirven y sobre esto, se complica hacerse el distraido apelando a cierta inocencia de telespectador

En la pantalla se hace centro con lo obsceno, lo sucio, lo vergonzante; aquello que debiera quedar por fuera de escena, importando poco si se trata de un canal de televisión, un artículo periodístico, los dichos y votos de un diputado o senador de la nacion, incluso algun que otro vicepresidente… por eso, cuando nos prendemos en la TV es importante no quedar ciego por la imagen de los protagonistas, sino cerrar los ojos y escuchar…. claramente podremos ver un poco mas allá de quienes circunstancialmente estan en escena, no siendo tan dificil el darse cuenta a qué intereses sirven, o a quiénes siven

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