Sobre los modos de producción en la psicosis
En estos tiempos de la modernidad tardía y ante la falta de un Otro que brinde la creencia necesaria que lo sitúe como garante de una cierta cohesión social, el (falso) Discurso Neoliberal impone al Sujeto dividido su dirección al saber de la Ciencia ubicada como nuevo Demiurgo, la que le ofrece como respuesta en el mejor de los casos algún lugar dentro de las interminables clasificaciones que poco dicen de su singularidad y responsabilidad, propiciándole por medio de la tecnología el metonímico consumo de objetos desde el abanico que comienza con las conocidas prótesis, deslizándose por los postizos para finalmente encallar en los químicos legales e ilegales. Tiempos de la urgencia y demanda generalizada para algunos; otros deshumanizados y desubjetivados a nivel del escándalo que provoca la reducción a la cuasi – animalidad de ser sujetos de pura necesidad, simplemente no pueden tomar la palabra ya que la condición del objeto imperativa y absoluta deja poco espacio para la sustitución significante.
La modernidad no ha sido ni es solamente un modo de producción de objetos. Foucault en su obra nos enseña que con el surgimiento del Estado liberal nace el marco jurídico que establece lugares de confinamiento, marginación y expulsión entramados en el hueso mismo del Discurso siendo sus ejemplos paradigmáticos la cárcel y el manicomio. No está mal recordar cuando en “Historia de la locura…” hace referencia a los manicomios diciendo que “Los cuidados médicos se incorporan a la práctica del internado para prevenir ciertos efectos; no constituyen ni su sentido ni su proyecto”. Instituciones del secuestro sostenidas por la llamada “Justicia” que priva a un sujeto de sus derechos ciudadanos por siempre, arrancándole incluso la posibilidad de ser un habitante más de la ciudad hasta que el arbitro de algún Juez lo permita y no está demás decir, si la ciudad lo acepta.
La ciencia colabora elaborando saberes sobre distintas neuros: ciencias, biología, psicología, química. “Nuevas moléculas” e infinidad de clasificaciones y tests como intento de nombrar y operar sobre lo Real a partir de la lógica del mercado y la “adaptación social”, ignorando el saber y la potencialidad inherente a la estructura. En esta alianza entre Ciencia y Estado el médico y el fármaco pasan a ser los actores principales reduciéndose a un papel menor al resto de los saberes que pasan a ser un complemento prescindible para el que nunca hay puestos de trabajo siendo la psicología probablemente la profesión que más personas “ad honorem” aporta al sistema público de salud
Siempre existieron (y existen) profesionales de las distintas ciencias que a la manera de foco de resistencia al Discurso imperante intentaron (e intentan) cambiar el sentido del internado extrayendo un saber epistemológico de la estructura a los fines de revertir la condición no- humana de quienes se encuentran en estado de secuestro sin ningún tipo de argumento clínico. Mal que nos pese a quienes adherimos a la desinstitucionalización de los pacientes llamados “psiquiátricos” los dispositivos del tipo Hospitales de Día no surgen por motivaciones referidas a la aceptación del derecho de poseer una estructura psíquica y no ser castigado por ello, sino por razones relacionadas a la economía y la reducción del gasto del Estado u Obras Sociales, y esto deja una marca indeleble en el sentido que van a adquirir las diferentes prácticas llamadas “terapéuticas” que no escapan a la determinación discursiva. La desmanicomialización no es sólo una cuestión edilicia…
Dentro de las distintas prácticas el horizonte del Ideal determina dos posturas antagónicas: aquellos que intentan la adaptación del paciente al mundo del trabajo normativizado por los Ideales de la cultura ingresando al mercado de circulación de las mercancías mediante un modelo productivo capitalista que borra la posibilidad de inscribir algún tipo de singularidad; y aquellos que negados a todo lo relativo a la producción de mercancías promueven el trabajo llamado artístico en distintos tipos de formato ¿existirá un camino intermedio acorde a la estructura?
Jacques Lacan en el Seminario RSI sorprende a algunos de sus oyentes afirmando que Marx inventó el síntoma localizándolo de la siguiente manera: “Se han de buscar los orígenes de la noción de síntoma no en Hipócrates sino en Marx, en la conexión que él fue el primero en establecer entre capitalismo ¿y qué?, los viejos y buenos tiempos, lo que llamamos la época feudal”; Zizek avanza sobre algunas cuestiones afirmando que “con el establecimiento de la sociedad burguesa, las relaciones de dominio y servidumbre se reprimen; formalmente, parece que lo que nos incumbe son sujetos libres cuyas relaciones interpersonales están exentas de todo fetichismo; la verdad reprimida surge en un síntoma que subvierte la apariencia ideológica de igualdad, libertad y demás. Este síntoma, el punto de surgimiento de la verdad acerca de las relaciones sociales, es precisamente ‘las relaciones sociales entre las cosas’, en contraste con la sociedad feudal en la que –parafraseando a Marx- ‘las relaciones sociales existentes entre las personas en sus trabajos se ponen de manifiesto como sus propias relaciones personales y no aparecen disfrazadas de relaciones sociales entre las cosas, entre los productos del trabajo’.
Con la prevalencia de la producción para el mercado aparece un nuevo tipo de mercancía: los sujetos al no ser propietarios de los medios de producción están obligados a vender al mercado su propio trabajo y no los productos de su trabajo, inaugurándose el modelo de producción capitalista y lo que Marx denominó fetichismo de la mercancía. Si para Marx el fetiche oculta la red positiva de relaciones sociales, para Freud produce el taponamiento de la castración, la falta en torno a la cual se articula la red simbólica; y si nos referimos a ella podríamos decir que es a través de la constitución del fantasma que “el sujeto tiene la posibilidad de obtener algún contenido, una especie de consistencia positiva, también fuera del gran Otro, la red simbólica enajenante” (Zizek, Ideología…) cuando no dispone del mismo ¿qué ocurre?, parafraseando a Marx diremos que el hombre se ve reflejado primero sólo en otro hombre y de esta forma puede alcanzar una identidad, Estadío del Espejo para Lacan, peligroso lugar que no ofrece otra salida que la agresividad.
Freud había establecido que una posibilidad de salida del narcisismo es la creación, la invención, pero esto se ve imposibilitado a partir del modo de producción actual que desde la modernidad ha vuelto disjuntas las relaciones entre el trabajo y la creación. Heidegger establece una ecuación en la que coloca en una serie la Verdad = creación = poesía = arte haciendo referencia a que todo arte es poesía que revela la verdad del sujeto por medio de la realización de la obra considerando a la artesanía como un camino intermedio entre el arte puro y la producción de mercancías, podríamos decir que el “arte en serie” tiene la posibilidad de brindarnos ese camino intermedio en el que se incluya la singularidad del sujeto, permitiéndole a su vez la decisión en cuanto a la cesión de los objetos que produce para la circulación en lo que comúnmente denominamos mercado. Marx, por otro lado, nos dirá que “el hombre produce de un modo universal, produce aún liberado de la necesidad física, y sólo produce, en verdad, cuando está liberado de ésta... el objeto de trabajo es la objetivación de la vida genérica del hombre porque éste se duplica a sí mismo no sólo de una manera intelectual, sino en forma activa, real, y se contempla por tanto, a sí mismo en un mundo que él ha creado”.
En la Psicosis el objeto errático de la pulsión, que por su falta de extracción sería posible considerarlo como objeto de la in – pulsión, navega por los laberintos del cuerpo -sustancia gozante- produciendo entre otras cosas la certeza de la fórmula verbal entendida como S2/a. En su errancia pareciera huir de una determinación posible anclando ora en una, ora en otra modalidad del goce del Otro, retornando a veces más voraz en nuevas desestabilizaciones; intentando restituir las relaciones del sujeto con los objetos, tomando como horizonte la posibilidad de inventar algún remiendo en el yo que permita estabilizar la significación . Esto no podría realizarse sino a partir de la falla en la constitución del signo perceptual, primer negatividad caracterizada por ser un representante no representativo, corte en bruto de La Cosa cuyo resultado es el recorte de los objetos a del cuerpo. Los Signos Preceptuales al inscribirse constituyen lo Imaginario en su modalidad de totalidad y fragmentación (estadío del Espejo), y son anteriores al establecimiento de la Representación Cosa constitutiva del Inconciente Freudiano, puesto que para ello suceda es necesaria una segunda negatividad caracterizada freudianamente como “déficit de representación”, entendida como la falta de palabra para nombrar lo real, que establece que lo reprimido primordial se anude a una falta.
Cuando falla el tallado de los signos perceptuales nos encontraremos con la “realificación” de lo Simbólico cuyo retorno encontramos en la Psicosis en lo que designamos como emergencia en lo Real de aquello que fue forcluido en lo simbólico. La vía de los objetos y la del lenguaje se convierten en una posibilidad de intentar estabilizar una significación fallida, y es a partir de allí que la constitución de un yo puede o bien pacificar los fenómenos clínicos de la psicosis, o bien posibilitar la construcción de un nombre propio, una Suplencia del Nombre del Padre no advenido.
En la pacificación, de lo que se trata es que el sujeto pueda sostenerse en el orden del lenguaje y por que no, colocar un velo Imaginario sobre lo Real elevando un objeto a la dignidad de la Cosa, objeto artístico o artesanal que tiene posibilidad de funcionar como artefacto que a la manera del Icono haga marco a la Imagen. Otras veces el sujeto se apropia de una identificación (S1) para construir un remedo; finalmente un objeto a puede cambiar su polaridad pulsional de pasiva a activa.
En el primer caso de pacificación nos encontramos con el aspecto más general de los talleres artesanales que suelen ofrecerse en los Hospitales de Día, arte en serie que permite una vinculación particular con un producto propio, que entre otras cosas le permite decidir sobre su cesión y puesta en circulación en el circuito de los intercambios.
En el segundo caso, vía Metáfora delirante o uso de una identificación el sujeto puede lograr cierta pacificación y a veces algo más que ello; como ejemplo de la vía de la Identificación tenemos aquel que en pleno inició del proceso de descompensación solicita una entrevista y al hablar de cuestiones de su historia personal, relata cómo de chico observaba a su padre que luego del trabajo se retiraba al tallercito que tenía en su casa para trabajar en la creación de distintos objetos; ante el anhelo de hacer algo así se le ofrece la posibilidad del taller de artesanías mientras continúa con las entrevistas; posterior a su inclusión en el mismo, se observa rápidamente como a partir de las dos vías de trabajo (artificialmente divididas como la vía del objeto y la vía del lenguaje) el proceso de desestabilización es frenado a partir de la pacificación de los fenómenos clínicos. Por la vía de la Metáfora Delirante, recuerdo quien a la manera de signo se significaba como “Mensajero de Cristo pan del cielo, pan de la tierra”, logra estabilizar su significación bajo la figura del “panadero” poniendo entre corchetes el DM, una interesante y creativa forma de “multiplicar los panes”
( Mensajero de Xto, pan del Cielo Pan de la Tierra) ( DM)
( DM ) x (Panadero)
En el tercer caso, Freud en su escrito sobre las Pulsiones nos indica que “los destinos de pulsión que consisten en la vuelta sobre el propio yo y en el trastorno de la actividad en pasividad dependen de la organización narcisista del yo. Corresponden quizás, a los intentos de defensa que en etapas más elevadas del desarrollo del yo se ejecutan con otros medios”. Desde la perspectiva energética freudiana (cercana al goce lacaniano) no existiría en estos destinos de pulsión función regulatoria lo que haría que las cantidades energéticas sean muy grandes para ser “procesadas”. La función regulatoria se establecería a partir de la Represión Primordial que entre otras cuestiones establecería un Aparato Psíquico que trabajaría con energías reguladas. Desde esta perspectiva de los destinos de pulsión, podemos hablar de aquel que inundando por la voz de un locutor que relata continuamente las cosas que hace y hará, a partir de un taller de radio comienza a ser el relator de las cosas que ocurren cotidianamente produciendo el retiro de las voces radiales al poder establecer un cambio de polaridad y pasar de ser hablado a hablar, lo que le brinda no solo la pacificación de la Voz sino la posibilidad de construir algún nombre.
Por el rodeo que hemos realizado partiendo del Discurso del Amo, atravesando el falso Discurso del capitalismo para llegar a la singularidad de un sujeto que produce y se produce por fuera de la universalización, la pregunta obligada es de qué manera alguien puede construir una Suplencia del Nombre del Padre que no ha advenido. No sé si es posible construir una respuesta de un hecho que por definición es singular, pero como una primera aproximación debemos tener en cuenta que, si bien muchas veces a partir de determinados Dispositivos apropiados podemos llegar a posibilitar que un sujeto determinado pueda lograr una cierta pacificación de los fenómenos clínicos de la Psicosis, esto no implica una Suplencia. Las identificaciones imaginarias logradas no dejan de ser débiles y por ello debemos de tener en cuenta que son importantes en su función de soporte para la estabilización, pero el trabajo no culmina allí. En la constitución de una Suplencia no alcanza con atemperar el goce; hace falta que esto se realice como una invención del sujeto y que guarde una marca de lo que ella suple, recién allí quizás la tarea del sujeto psicótico, y la nuestra, puede darse por concluida.
Horacio Wild
Copyright 2005
Bibliografía:
· Ana Ruth Najhles, Curso Anual 2003 “Variantes de la cura - tipo” Instituto Oscar Massota Deleg. B. Blanca, clase inédita.
· Jacques Alain Miller, “De la naturaleza de los Semblantes” Paidós 2002
· Foucault, “Historia de la locura en la época clásica”, Ed Fondo de Cultura Económica 198
“La verdad y las formas jurídicas” Ed Gedisa 2003
· Freud Sigmund: “Carta 52”, AE 1
· “ Proyecto de Psicología para neurólogos” AE I
“Pulsiones y destinos de pulsión” AE 14
“Introducción al narcisismo” AE 14
“Lo inconciente” AE 14
· Laurent Eric, “Estabilizaciones en la Psicosis”, Ed Manantial
· Zizek Slavoj, “El sublime objeto de la ideología”, Ed. Siglo XXI 1992
“¡Goza tu síntoma!”, Ed. Nueva Visión 2004
· Zizek Slavoj (comp.) “Ideología: un mapa de la cuestión”, Ed. Fondo de cultura económica 2003
· Jaques Lacan, Escritos 1 “La agresividad en Psicoanálisis”. Ed siglo XXI
Seminario III, Ed Paidós
Seminario VII, Ed Paidós
Seminario 11, Ed Paidós
Seminario RSI (inédito)
· Heidegger Martín, “Arte y poesía”, Fondo de cultura económica, 1978
· Ray Flaud, Henri, “Cómo inventó Freud el fetichismo y reinventó el psicoanálisis” Ed. Nueva Visión
· Wild Horacio, “Talleres artesanales en el dispositivo de Hospital de Día”, XII Jornadas de Residentes de Psicología y Psiquiatría de la Provincia de Buenos Aires, 1998
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