La voz y las voces
“Así como Lacan destacó el carácter apolíneo de la pintura
–ésta es el lugar para pacificar la mirada del Otro -,
la música también es un lugar de pacificación de la voz del Otro (…)
Ha sido desde siempre, insoportable la voz,
incluso la voz de lo más conocido…”
Jorge Alemán
Es un dato de la clínica que los talleres que se realizan en Hospitales de Día producen efectos de pacificación en las psicosis. La pregunta que alentó esta experiencia fue: ¿puede un taller coral ser una posibilidad de tratamiento del objeto voz que provoque un atemperamiento al menos temporal de las alucinaciones auditivas? Comparto con Uds. premisas y conclusiones de la experiencia.
La voz y la música.
En distintos momentos de su obra Freud hará referencia a la voz.
En el “Proyecto de Psicología…” con relación a la “Vivencia de satisfacción” plantea el grito como descarga de Qn para aliviar la tensión psíquica. En el mismo texto conceptualiza el “Nebenmensh” afirmando que ante el estado de indefensión el grito aparece carente de significación siendo el Otro auxiliador quien aporta la palabra significantizandolo, por lo que el humano se aliena a la palabra del Otro. Finalmente encontramos una breve teoría del lenguaje construida a partir del Nebenmensh que puede vincularse al “Apéndice C” Palabra y Cosa” de “Lo Inconciente”
En la operación del Nebenmensh se separan los siguientes componentes:
• La cosa-del-mundo - Das Ding - Aquello que nombra como “inasimilable” y que se ensambla a costa de perderse, haciendo posible el ordenamiento de formas y sonidos.
• Lo reconocido como noticia del cuerpo propio donde se producen dos enlaces: el objeto- percepción que lo hace gritar, y la relación con un sonido y una imagen – percepción.
En la intersección del cuerpo y del lenguaje se produce el objeto voz. Se trata de una operación estructural y no evolutiva.
En su “Ensayo sobre Beethoven” , Richard Wagner afirma que la música es heredera del grito del niño: “si nosotros consideramos el grito, en todas las disminuciones de su vehemencia hasta culminar en la delicada queja del deseo, como el elemento fundamental de cada manifestación humana dirigida al sentido del oído (…) entonces tendremos menos motivos para maravillarnos ante la inmediata inteligilibilidad de un arte que se gesta a través de este elemento..” Con la entrada de la voz humana en la música “no es el significado de las palabras el que se posesiona de nosotros” estableciendo lo que podríamos llamar suspensión de la significación, dato importante al momento de pensar el por qué un taller coral con pacientes psicóticos.
RSI – Silencio,ritmo y armonía
Siguiendo a Wagner la música se constituye en una alternancia entre sonidos y silencio de distinta variabilidad.- Quizas podamos compararla con la arquitectura si nos centramos en la relación existente en el trìpode formado entre silencio, ritmo y armonía.
En relación al silencio es importante preguntarnos ¿se trata sólo de la ausencia del sonido o podríamos pensar en un silencio sonoro de la pulsion?. Michel Poizat refiere la existencia de dos espacios de silencio, uno fundado en la escanción significante, operación simbólica que en un doble movimiento constituye la cosa-del mundo inasimilable (lo real) y la noticia del cuerpo. El otro, silencio de la pulsión de muerte, producido por la desarticulación y destrucción del lenguaje caracterísitico de la psicosis donde a decir de Freud “las frases sufren un peculiar desorganización sintáctica que las vuelve incomrensibles para nosotros, de suerte que juzgamos disparatadas las proferencias de los enfermos” silencio que se sonoriza en la alucinación auditiva como pura voz. Michel Poizat en su estudio sobre la ópera hace alusión al canto de la Diva “…se inserta ese silencio que aúlla, que no es posible soportar en un sistema que se torna aceptable, que lo evoca sin cesar pero evitándolo al mismo tiempo sin cesar, que lo deniega como tal en el mismo momento en que lo reconoce. Parecería que la música y el canto tuvieran la función de apartar la angustia, el horror de este silencio, de reconocerlo pero escapando a la angustia insoportable del verdadero grito y silencio de muerte”.
Wagner entiende que “no es el significado de las palabras lo que se posesiona de nosotros con la entrada de la voz humana”; piensa la música como “Idea del mundo” , imagen, visión; pero para que ésta pueda hacerse inteligible el músico encuentra la limitación del tiempo entendido como corte y ordenación rítmica de los sonidos, operación simbólica que podemos observar en un pentagrama donde se produce un ordenamiento matemático que circunscribe espacio y sonido, pudiendo pensarse desde el significante como aquello que permite disimular la voz. María Lidia Arraes Andecar refiere que en las Psicosis “faltan las condiciones de implosión, explosión y corte, que están activas en la voz modulada, la voz que canta, aunque no sin que algo se pierda, en el plano del discurso musical, algo que liga el sonido al sentido”
En el taller nos percatamos de que la música provoca cierta “afonía de la voz” en tanto produce un velo, un disimulo un anudamiento temporal de los Registros. Los pacientes dicen “cuando vengo a cantar las voces no me castigan tanto se calman por unos días”, “¿sabe lo que me pasa en el taller? Las voces se suman a cantar conmigo”, “cuando canto algo pasa, las cosas andan mejor”
La pata final de este trípode es la armonía, que entendemos como aquello que se produce en la articulación de las escansiones y genera el efecto musical, lo que ubicaríamos en el registro Imaginario.
(imagen del articulo http://fatiskpiz.wordpress.com/2009/01/29/musicales/ )
Horacio Wild
Copyright 2009
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